CARTOGRAFÍA / ESCUELAS

El objetivo de la cartografía ha sido siempre la representación del mundo conocido e imaginado.

Desde que la razón humana tuvo conciencia del entorno en que habitaba, se afanó en representarlo, medirlo, entenderlo y dominarlo.

Podríamos establecer como punto de partida de la cartografía científica moderna la obra de dos autores flamencos; Abraham Ortelius y Gerard Kremer, más conocido por su nombre latinizado Gerardus Mercator que, junto al desarrollo de la imprenta, juega un papel determinante en la historia de la Ingeniería cartográfica, posibilitando su difusión a más segmentos de la población hasta dejar de ser un lujo solo al alcance de monarcas y nobles. Desde entonces la cartografía se ha desarrollado a pasos agigantados. Hoy nos basta con acceder a un teléfono móvil para ubicar nuestra posición en el mundo y conocer al detalle nuestro entorno.

Pero, los avances tecnológicos no deben hacernos olvidar de dónde venimos. Reconocer el trabajo de los primeros cartógrafos, estudiar y calibrar sus obras desde el punto de vista científico y admirar también su inmenso valor artístico nos enriquece intelectualmente y nos da las claves para descifrar retos futuros. La Fundación Giménez Lorente cumple el legado de su fundador, Luis Giménez Lorente, custodiando su colección y divulgando la cartografía histórica.