Carta de Juan de la Cosa, 1500

Datos técnicos:

Carta Mapamundi de Juan de la Cosa. 1500. Facsímil del original del Museo Naval. Madrid.

Es el primer mapa del Nuevo Mundo. La Carta mereció tan poco interés por quienes debieron custodiarla que desapareció o fue robada en Sevilla y nadie en España se preocupó por su suerte hasta que en 1853 murió su último poseedor particular, el Barón de Walckenaer, ministro plenipotenciario de Holanda en París y sus bienes rematados en subasta pública. Un erudito español amigo de Walckenaer, Don Ramón de la Sagra, consiguió tras arduos esfuerzos interesar al Ministerio de Marina Español en el asunto y pujando contra ingleses, rusos y un representante de la Biblioteca Imperial de París, consiguió el documento en 4.321 francos y lo retornó a España, depositándolo en el Museo Naval de Madrid donde hoy se encuentra. Su autor, ilustre marino santoñés, armador, capitán y propietario de la nave Marigalante, proyectada para la ruta de Flandes y que fue rebautizada como Santa María, encontrándose a la sazón en Niebla fue contratado y acompañó a Colón en su primer viaje como Maestre en su propio barco. También fue en el segundo, encargándose expresamente de la cartografía de los mares y tierras descubiertos. Vuelto a América y tras intervenir en diversas expediciones (tres de ellas en la costa septentrional de América del Sur con Ojeda y Vespucci), en su séptimo viaje murió luchando con indios hostiles en tierras del Golfo de Urab, en 1509. Como es natural entre nosotros, allegó poca fortuna y menos agradecimiento por sus servicios. El cronista Fray Pedro Simón escribe que al morir llevaba en el cuerpo más de veinte heridas de flechas envenenadas. López de Gomara afirma, en contra de otros autores, que “el cadáver del piloto fue comido por los indios”. La carta de Juan de la Cosa es un portulano de dos directrices dibujado sobre dos vitelas empalmadas que representa con gran fidelidad y detalle la costa del Mar Caribe, las Antillas, línea de Ecuador y Trópico de Cáncer. La imagen de San Cristobalón (llamado Offerus según la tradición) portando a Cristo relaciona el mapa con el propósito de evangelización del Continente. El dibujo de S. Cristóbal cubre la región desconocida donde pronto comenzó la búsqueda de un paso hacia el Cathay. En la parte estrecha del final del documento debajo de S. Cristóbal, está la firma de Juan de la Cosa y la fecha de 1500. Esta carta responde al estilo de la Escuela Mallorquina , una muestra de ello es la ornamentación. La escala para el Nuevo Mundo es diferente a la del Viejo Mundo. América es excesivamente grande, y con información parcial y mal distribuida, lo cual contrasta con la información del resto del mapa. La forma de anzuelo de la Isla de Cuba se convirtió en el distintivo de la carta de Juan de la Cosa. Incluye también detalles de la costa nordeste de América del Sur. De la Cosa debió inspirarse en un mapa de los Caboto porque presenta lugares con bandera británica y una leyenda dice: “Mar descubierto por ingleses”, y próximo al cabo Breton existe una línea de costa con nombres de lugares que en esa época solamente se podían conocer a través de la expedición de los Caboto. A diferencia de las cartas anteriores África sigue la alineación norte-sur, más próxima a su disposición real. Es curioso que el mapamundi de Henricus Martellus de 1527, mantenga la inclinación hacia el oeste de África, a pesar de ser posterior a la carta de Juan de la Cosa.
Sobre la fundación

Los materiales que integran esta colección digital han sido seleccionados, conservados y puestos a disposición pública por la Fundación Giménez Lorente, institución titular de los derechos de acceso y uso de estos contenidos. Salvo indicación expresa en contrario, no consta la existencia de restricciones legales ni de derechos de autor que limiten su utilización con fines académicos, educativos o de investigación.

La Fundación Giménez Lorente adopta una política de acceso abierto inspirada en el modelo de la Biblioteca Digital Mundial, promoviendo la libre circulación del conocimiento y la preservación del patrimonio cultural. No obstante, se recomienda encarecidamente a los investigadores que consulten la información fuente asociada a cada documento, a fin de asegurar una interpretación rigurosa de su contexto histórico y cultural.

Se invita a todos los usuarios a tratar estos materiales con el máximo respeto hacia las culturas, comunidades y personas representadas, así como hacia sus manifestaciones intelectuales, científicas o artísticas. La utilización responsable de estos contenidos es esencial para preservar su integridad y fomentar su estudio crítico.

Crédito recomendado: Fundación Giménez Lorente, [título del documento o fuente original].

Para obtener más información sobre derechos aplicables, o sobre cómo citar correctamente estos materiales en trabajos académicos, la Fundación Giménez Lorente pone a disposición una guía de referencia para la citación de fuentes primarias, próximamente accesible desde esta misma plataforma.

DOCUMENTOS RELACIONADOS

Quizá le interese...