Bajo una imagen de la Virgen, una leyenda dice: "Matheus prunes in
civitate majoricari, 1563". A lo largo del siglo XVI, muchos de los
cartógrafos que trabajaban en la isla de Mallorca se trasladaron a
otros puertos del Mediterráneo. Las principales ciudades donde se
establecieron fueron: Mesina, Nápoles a lo largo del siglo XVI, y más
tarde, a Marsella y Livorno. La familia Prunes, sin embargo, permaneció
elaborando atlas y cartas de navegar en Mallorca. El original
se puede contemplar en el Museo Naval de Madrid.